Con la derrota frente a Unión en Atlético Tucumán comenzaron a despedirse del sueño copero en el 2025. Es que el equipo de Facundo Sava quedó a 10 puntos de Independiente (reúne 53 y es el último que estaría clasificando a la Copa Sudamericana) y a nueve de Defensa y Justicia, -ubicado en el puesto 12- que podría acceder al torneo internacional si se liberan dos cupos (Boca debería ganar Copa Argentina y Racing la Copa Sudamericana), algo que en cierta medida tiene altas probabilidades. Por este motivo, cuando quedan 18 puntos en juego, descontar 10 puntos parece una quimera, aunque la chance matemática está, el sueño parece desvanecerse para el “Decano”.

La motivación entonces, para el plantel “albiceleste”, deberá pasar por el hecho de sumar buenos minutos y redondear de la mejor manera un 2024 que comenzó muy mal y a pesar que se fue acomodando -sobre todo después de la Copa América- no le alcanzó para meterse entre los primeros puestos de la tabla anual. Otra de las motivaciones serán las “mini” historias que aparecerán detrás de cada una de las fechas que quedan por cumplir. Uno de esos partidos especiales es Huracán, rival del lunes.

La rivalidad entre el “Decano” y el “Globo” fue alimentada en los últimos años con cruces picantes que fueron transformando este partido en una especie de clásico moderno. Siempre hay algún condimento extra que potencia esta rivalidad, en el caso del partido del lunes a las 21.30, Huracán llegará con la necesidad de conseguir los tres puntos que lo coloque en la cima de la tabla de posiciones (al menos hasta que juegue Vélez).

Es probable que la rivalidad entre ambos clubes haya despegado notablemente a partir de los enfrentamientos durante el 2014. Cuando se disputó el Torneo de Transición de la Primera B Nacional 2014, aquel popular certamen que entregó los 10 ascensos a Primera, recordado de manera negativa por los hinchas “decanos”.

En ese campeonato, el “Globo” integró la zona de Atlético y terminaron enfrentándose tres veces, que tuvo un gran arranque en las primeras fechas, sacando 13 de 15 puntos posibles en sus primeros cinco partidos. En la sexta fecha, visitó el Tomás Adolfo Ducó, y cayó 2-1 ante Huracán.

Pese a una muy buena primera mitad de torneo, que parecía allanarle el regreso a Primera, en la segunda parte Atlético se desplomó. Al llegar a la fecha 17, perdió contra Huracán, un equipo que marchaba último en su zona y se terminó desinflando. El “Globo” lo alcanzó en el quinto lugar y por eso tuvieron que jugar un partido desempate que definió un ascenso.

En Mendoza y sin público en las tribunas, el que se quedó con el ascenso fue Huracán tras imponerse por 4-1 en un juego bastante accidentado.

Después del ascenso que finalmente llegaría para el “Decano” en el 2015, tendría su revancha en el primer torneo en la máxima categoría. Por la novena fecha, en un partido muy parejo, el “decano” terminó ganando 2-1 en el José Fierro, con un gol de Rodrigo Aliendro en tiempo de descuento. Un triunfo que, a la larga, terminaría siendo clave para la clasificación de los de 25 de Mayo y Chile a la Libertadores de 2017.

En 2018 los clubes se volvieron a enfrentar por un partido decisivo en la Copa Argentina. En Salta, con la presencia de las dos hinchadas, se impuso el “Decano” por 2-0 con goles de Bruno Bianchi y Leandro Díaz. Tras el gol en tiempo de descuento, el “Loco” se subió a los carteles para festejarle en la cara a los hinchas del “Globo”, con quien estaba enemistado por un inconveniente que tuvo con la barrabrava.

El historial de Atlético Tucumán y Huracán

El partido del lunes, será la vigésima tercera ocasión que se enfrenten por torneos oficiales. Hasta el momento Atlético ganó siete juegos, empataron en cinco ocasiones y perdió 10. La última vez que se enfrentaron fue 4-0 a favor del local en Parque Patricios, en el cierre de la Copa de la Liga, cuando el “Decano” ya jugaba simplemente por completar el fixture.

En esta ocasión, el que pondrá más cosas en juego en el Monumental será Huracán, que amenaza con pelearle el torneo a Vélez, aunque el “Decano” deberá mostrar los dientes por su amor propio y por si le queda alguna pequeña ilusión de llegar a la Copa Sudamericana.